Una década de fantasía (en realidad, dos)

Festival de Sitges

El Festival de Sitges es nuestro laboratorio de experimentación. El sitio donde podemos atrevernos a ser más caprichosos, a equivocarnos, a probar formatos y contenidos más audaces con una libertad imposible de encontrar en el trabajo diario con clientes. A cambio, supone enfrentarse cada año a una legión de fans fieles a su cita con el festival de cine fantástico más importante del mundo. Gente, además, con una cultura visual impresionante.

Pero si hay algo que hace única nuestra relación con Sitges es que nos ha permitido ir creciendo creativamente junto a muchos de los directores y directoras más interesantes de nuestro panorama. Realizadores consagrados hoy con los que el festival se cruzó en algún punto de sus carreras, en su mayoría cuando solo eran jóvenes en busca de un guion diferente y de cierta libertad con la que poder demostrar su talento.

La lista de realizadores –y de productoras que arriesgaron con ellos– es interminable. Y a todos ellos queremos dar las gracias y rendir un homenaje que sentimos la obligación de extender a los diez años de trabajo para Sitges creado junto a nuestros equipos durante nuestra etapa anterior en Vitruvio Leo Burnett. Aquí puedes ver la historia completa del festival durante esos años. Y un poco de la nuestra.

Empezamos.

Nuestro primer Sitges en CHINA. Para celebrar el 30º aniversario del estreno de El resplandor de Kubrick hicimos Triciclo, una delicadísima pieza de Mireia Pujol con producción de Wind. Y un tipo de humor que funciona precisamente porque no parece humor.

Jack Nicholson hizo inmortal en aquella película a otro Jack, Jack Torrance, el desequilibrado y exalcohólico escritor que se encierra durante todo un invierno junto a su familia en un hotel de Colorado para terminar de escribir su obra. Qué mejor homenaje por parte del festival que cumplir su sueño y publicar su novela 30 años después.

También hicimos una radio para promocionar esa edición. Y comprobamos lo que ya sabíamos: que los genios son genios por algo.

El año de la inteligencia artificial. Lo arrancamos presentando el cartel de la edición, una imagen bastante inquietante del robot que el profesor japonés Hiroshi Ishiguro construyó a su imagen y semejanza, y que él mismo ha ido actualizando a medida que se iba sometiendo a operaciones de cirugía estética. Qué no gastará este hombre en psicólogos.

Rodamos con Álex Rodríguez y Sopa de Toro un minimalista ident para el festival, Alter Ego, y dos spots más en clave de humor protagonizados por una Thermomix bastante más sensata que las personas. Realización de Adriá López y producción de Garage Films.

La temática del año invitaba a mirar al futuro. Pero costaba volver la cara a un presente marcado por una crisis cada vez más evidente. Tal baño de realidad nos inspiró a rodar dos spots más, Sangre y Fuego, con los que quisimos recordar lo necesaria que es la fantasía en esta vida, y que supusieron el reencuentro con Oriol Segarra, realizador de nuestra ópera prima para el festival. La producción fue de Albiñana Films; el cameo, de Verónica Blume.

La realidad nos mata.

Ese año se suponía que se acababa el mundo. Para ser consecuentes, propusimos al festival que el cartel de aquella edición solo dijera ‘Sitges: The Final Edition’ sobre fondo negro. Pero no coló. Lo que sí salió es este pequeño tributo a los fans de Sitges  y a su nula capacidad de sorpresa. Fermín Cimadevila para nuestros buenos amigos de Fish.

Con la excusa de rendir homenaje a La semilla del diablo de Polanski, nos acabamos rindiendo al satanismo en su versión más blanca y cotidiana. Este spot resume parte de la idea, pero hay mucho más aquí. Günther y Fish se marcaron un ejercicio de realismo con claro sabor londinense.

Cannes está muy bien. Pero no es Sitges. Pablo Maestre y Garage Films. Y la colaboración de una encantadora Cristina Teva.

Ramsés, Albiñana Films y una caja.

Lo bueno de trabajar para el Festival de Sitges es que más de un octubre nos hemos podido escapar con cualquier excusa y pasar unos días de playa y cine. En 2016 pudimos conocer la ciudad en su versión más trekkie y y dar fe de que sí, toda esa gente existe. Salmon y Fish fueron los encargados de retratar el espíritu inclusivo y tolerante de la saga en un bonito spot.

En más de una ocasión hemos homenajeado a los fans de Sitges. No existe público más fiel, ni tan único. Era cuestión de tiempo que ellos fueran los protagonistas absolutos del spot. Y qué mejor ocasión que el 50º aniversario. CP Works Barcelona y Dani Castilla.

O más bien 2001. La gráfica nos gusta por su simplicidad. Pero no hubo peli. Cuando estábamos a punto de rodar con Douglas Rain, la voz de HAL 9000, le surgieron complicaciones de salud que ya no pudo superar. Con mucha tristeza, tuvimos que meter el guion en un cajón. Cuando has sido parte de una obra maestra así, te mueres un poco menos.

Nuestra última entrega. Günther de nuevo, esta vez con Mamma Team, confiado en que las agencias le llamen interesados por la atmósfera fantástica de las pelis (no vaya a ser que alguien se interese por el tipo de publicidad cutre que parodiábamos en la campaña).

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